- Desde 2010 el número de establecimientos 'self-service' de la ciudad en los que se puede lavar la ropa ha pasado de cinco a once.
- Además, para 2012 están previstas 14 nuevas aperturas.
- Una lavadora para el hogar cuesta de media 300 euros; lavar y secar 8 kilos de ropa (el doble de lo normal) en un establecimiento sale por 12 euros..
El tiempo. Ese el mayor lujo
que se pueden permitir los ciudadanos de una gran urbe como Madrid. Primero
fueron las guarderías, después la comida a domicilio... era cuestión de tiempo
que las lavanderías autoservicio o self service, tan típicas en EE UU, se
instalarán en la capital.
En un solo año, de ser un
negocio casi residual, con no más de cinco locales abiertos que servían de
refugio, sobre todo para turistas, se han pasado a 11. Y para este año abrirán
otras 14, según aseguran las dos grandes empresas del sector: la cadena de
franquicia de lavandería autoservicio Laving.
Lavanderías han existido toda la vida. En la ciudad hay unas 200,
según la asociación de lavanderías y tintorerías en Madrid (Astylcam),
"pero se solían usar solo para ocasiones excepcionales. Tejidos delicados,
planchados, arreglo de trajes... nuestro negocio, el tradicional, va muy mal
con la crisis. Sin embargo lo del autoservicio está en auge, y su número se
duplica año tras año", explica José Carlos Mas, presidente de Astylcam.
"La incorporación de la mujer al trabajo y el crecimiento de los hogares
unipersonales han hecho que las familias recurran a servicios externos para las
tareas de la casa. El take away (comida para llevar), las lavanderías... en
nuestro país parecía haber un poco de reticencia a lo de lavar la ropa fuera,
pero eso se ha acabado", asegura Valentín Martínez-Otero, psicólogo
social.
Aún así, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el
97% de los hogares madrileños cuentan con una lavadora. ¿Por qué entonces se
recurre a estos locales? "La gran diferencia es que son negocios de
proximidad. Si tienes una lavandería self service cerca de casa puedes lavar y
secar la ropa de todo el mes en menos de una hora. Nuestras máquinas tienen una
capacidad de 15 kilos, mientras que las normales no admiten más de cinco y
tardan mucho tiempo.
También hay secadoras
Eso sin contar el que se pierde
secando las prendas al sol. Al principio se veía como una tradición de otros países. Pero
es que antes la gente no contaba con este tipo de servicios. Primero se viene
para lavar cosas grandes: nórdicos o cortinas, pero al final se hacen
asiduos. El lavado y secado de 8 kilos de ropa sale por unos 12
euros
Además, tampoco son tan caras. Un lavado y secado de 8 kilos de ropa,
detergente y suavizantes incluidos, cuesta unos 12 euros. Mientras que, según
un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lavar la misma
cantidad de ropa en una lavadora normal, sale por unos 0,30 euros (dos lavados,
en los que entra la luz, el agua...). A
eso hay que sumar el precio de las máquinas, que vienen costando unos 300 euros
de media.
"En EE UU son un negocio muy lucrativo. Y aquí también lo serán.
Si estás bien situado puedes ganar mucho dinero. Son establecimientos que se
pueden abrir las 24 horas y que no necesitan personal. Solo se gasta en la
maquinaria y el alquiler. Claro que muchas aprovechan para instalar sitios
cool, con Internet, revistas y hasta desayunos. Puede que dentro de unos años
la gente ya no acuda solo para lavar la ropa, si no simplemente para desconectar",
asegura un portavoz de Colada Expres.
La vida sin lavadora
Andrea Delgado
(estilista, 23 años) entra con algo de prisa en la lavandería. Está agobiada
porque ha manchado unas camisetas y quiere pedir asesoramiento al dueño para
que le diga cómo lavarlas. "Me había asustado porque son de una amiga y no
quiero cargármelas", dice. Suelo venir para limpiar colchas,
sábanas...
Reconoce que suele venir bastante por aquí. "Soy del barrio y me
pilla muy cerca. He venido sobre todo para limpiar sábanas, colchas, edredones,
cortinas..., las típicas cosas grandes que no puedes meter en una lavadora.
Ahorras mucho tiempo", comenta, mientras enseña sus manos. "Hay que
cuidárselas. Llevo una empresa de diseño de uñas, Ghetto Nailz". Otro
motivo más para no lavar la ropa en casa.
Miquel Morro (agente comercial, 46
años) es de Mallorca, pero está en Madrid por motivos de trabajo. "Es raro
ver sitios así, pero ayudan mucho, sobre todo a los que tenemos que
viajar", explica. En su caso, ha venido a esta la lavandería
para unos pantalones y unas camisas que se han ensuciado. No parece tener mucha
prisa, ya que el rato que está lo pasa ojeando una revista.
"Esto también
es muy relajante", dice. El dueño de la lavandería : "He
visto gente que se ha quedado dormida. Y, aunque te parezca mentira, algunos
hasta aprovechan para ligar", dice. "Ya había usado algunas de estas
self service, sobre todo para lavar prendas grandes. Supongo que será cada vez
más común en las ciudades", apostilla.
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